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ChatGPT y la IA generativa ¿El fin del Marketing de Contenidos o una nueva Era?
Las búsquedas de Google cambiaron el comportamiento del consumidor. Éste se convirtió en un ser proactivo que consultaba en el buscador aquello que le interesaba y se informaba en muchos casos antes de tomar decisiones de compra. Las marcas y los anunciantes empezaron a generar contenidos para responder, informar y posicionarse en Google. Esto dio inicio al Boom de la disciplina del marketing inbound y a proclamar al contenido como su nuevo rey.
Pues bien, si la manera de buscar en internet puede tener los días contados debido a la irrupción de ChatGPT. Probablemente el marketing de contenidos también. Los profesionales de la publicidad fuimos de los primeros en aprovechar la generación de contenidos de ChatGPT para generar anuncios o variantes para nuestros titulares de Facebook ads.
Las ventajas de tener a ChatGPT como sabiondo de referencia de bolsillo se acabarán popularizando. La IA generativa dará respuesta directa a lo que hasta ahora los usuarios preguntaban a Google y acababa en una visita a los enlaces de la marca generadora del contenido.
Ya le puedes consultar todo tipo de cuestiones profesionales:
Pero también nos acabaremos fiando de su criterio en opciones de compra:
Se está hablando mucho de cómo ChatGPT y otras herramientas de IA generativa, como Perplexity o Bard, podrían suponer la muerte profesional de miles de periodistas.
El otro día un copy en The Guardian comentaba estar seguro de que la IA generativa lo mandaría al paro, tras comprobar como ChatGPT podía generar en segundos y gratis un artículo del mismo nivel que él hubiera creado en horas y por lo que cobra más de 500 €. La IA generativa va a suponer una disrupción en el mercado publicitario. La pujanza de estas nuevas tecnologías se está viendo impulsada por las prisas de Microsoft de integrar ChatGPT en sus productos de Office y la impaciencia de Google en desempaquetar BARD.
En mi opinión, al igual que el traductor de Google no se cargó a los traductores jurados, ChatGPT tampoco se eliminará a los mejores creativos, pero probablemente si a los mediocres. Toda amenaza viene acompañada de nuevas oportunidades. Las calculadoras no supusieron el fin de los matemáticos, hoy por hoy es una de las carreras con más salidas profesionales.
Ya lo decía Picasso, “los ordenadores son estúpidos, sólo saben responder preguntas”. Las personas somos especialmente buenas identificando problemas y haciendo las preguntas más inteligentes. Debemos orquestar estas nuevas herramientas, completarlas y supervisar sus multiples errores y sesgos. Como la calculdora o un traductor, nos pueden hacer el trabajo sucio de base, generando variantes, redacciones o limpiando código.
Por cierto, en la redacción de este artículo no ha participado ChatGPT, pero si he utilizado Midjourney para generar la siguiente ilustración, que se basa en la petición «AI Robot smashing copywriters».